Me Presento

Conóceme desde la raiz

Me llamo Esther Ruiz Díaz, tengo 46 años y aproximadamente en el año 2005 cambió mi mirada sobre el concepto de salud.

De pequeña oía que decían esta niña es de vida (está de buen año), yo me sonreía pero no sabía a qué se referían hasta que me hice más mayor y empecé a comprender.

Sin querer extenderme en la adolescencia pase por más de un médico, dietista, etc…. para adelgazar. En ese proceso perdí peso y a la vez pasé por algún desequilibrio fisico, emocional, del cual nunca se trató porque nunca se abordó en ninguna consulta. Acompañé la dieta con deporte aunque no fui, ni soy muy constante con ello la verdad.

Estuve estudiando administración y finanzas y lo compaginaba con todo tipo de trabajos, desde camarera, peón de fábrica, supermercados…

A los 25 años llegó a mis manos un curso de macrobiótica y por simple curiosidad fui a ver en qué consistía.

Fue una clase maravillosa que no olvidaré, de repente se abrió un mundo delante de mí, la verdad que el profesor supo como transmitir esa pasión por la cocina natural y me fascinó. Obviamente me apunte al curso práctico y teórico sobre macrobiótica y ahí cambió el rumbo de mi vida.

En ese mismo momento estaba trabajando de administrativa en una empresa y a la vez trabajaba el fin de semana sirviendo en bodas y aun estando bien acomodada decidí salir de ahí e irme a trabajar en un herbolario a media jornada y aprender más sobre ese mundo que hacía poco que se había abierto ante mis ojos.

Ha sido una de las mejores decisiones de mi vida ya que desde ese momento no he soltado el mundo de la salud en todos los sentidos, física, emocional, mental y espiritual.

Pude comprender la vinculación de lo emocional con lo físico y la importancia de lo mental y espiritual en el proceso de la vida… que todo está unido y que la alimentación es uno de los pilares para poder estar en equilibrio.

Es muy importante lo que comemos y más aun lo que digerimos, pero que no es el único pilar de la salud, está el deporte, el el contacto con la naturaleza, las creencias, el entorno en que vivimos, las amistades, nuestra gestión emocional y sobretodo la importancia de la coherencia con uno mismo, el ser coherente con lo que sentimos, pensamos y hacemos.

Actualmente estoy viviendo junto con mi pareja en un pueblo muy bonito de Cáceres en un entorno natural, en coherencia con lo que he sentido siempre, rodeada de gente sana con el mismo propósito que yo.

Buscando la manera de continuar con la coherencia conmigo misma y después de meditarlo tomé la decisión de abrir una pequeña dietética en dónde pueda seguir aprendiendo y ayudando de una de las maneras que sé, que es a través de una alimentación saludable y una vida sana teniendo siempre presente el momento de cada uno y la vida en sí misma.

No sé cómo irá el proyecto Semilla (así se llama la dietética) pero lo que sí sé, es que si no lo pruebo no lo sabré y por suerte tengo la oportunidad de poder hacerlo y ver hacía dónde me lleva, esperando que esta semilla florezca, tenga una buenas raíces y con ello pueda alzar el vuelo bien alto junto a las personas que quieran acompañarme.

Desde que empecé en el mundo de la alimentación saludable ha sido para mí un sueño poder tener mi propia dietética y aprender y desaprender, conocer y conocerme, ponerme a prueba y superarme con mis miedos y retos diarios….  y aquí estoy con todo ello y con mucha ilusión.

Muy agradecida de toda la gente que me acompaña y me ayuda. La verdad que es un regalo de la vida.

Hasta ahora.